18.11.08

sobre la idea de libertad & tantas otras cosas

Esta publicación está vinculada a la que hizo Oliver sobre New Civil Rights.

Al vivir en este país (Estados Unidos) uno no puede dejar de cuestionarse el tema de la libertad. La libertad aquí es una marca patriótica, un concepto inviolable. La libertad aquí , en realidad, es una apariencia, un simulacro. A veces pienso que durante la Guerra Fría no sólo robaron la idea del Modernismo, sino que se apropiaron del lema de la revolución francesa como nuevo slogan (inofensivo, por cierto) para definirse como ideal.

El tema es complicado. Para empezar, no podemos referirnos a Estados Unidos, sino a la mayoría de estadounidenses que son gobernados por una oligarquía poderosísima. Y referirnos a una mayoría abstracta es difícil, pues nos vemos obligados a obviar matices y diferencias. El tema es complicado también porque no llevo mucho tiempo pensando en ello. Antes de llegar aquí las ideas estaban latentes, salían de vez en cuando en conversaciones, pero ahora que estamos aquí, hablamos de ello, y otros temas, casi a diario. Estamos continuamente pensando, no sólo en el concepto de la libertad, sino en otros conflictos derivados de la idea (falsa) de libertad. El problema de entender la libertad como posibilidad de hacer lo que a uno le viene en gana.

Esto último que he dicho - la libertad como posibilidad de hacer lo que sea - supone una parálisis en la capacidad de acción de los individuos. Es una idea de libertad que no tiene límites ni dirección. La libertad necesita límites para ser configurada como tal, sin límites no hay libertad. Y no se trata de que cada individuo establezca sus propios límites, sino de establecer límites colectivos.

La tarea es difícil y en el contexto en que vivimos, a veces me parece que será imposible de realizar, así que, aunque me frustra mucho, me tengo que contentar con establecer límites individuales y dentro de mi núcleo familiar. Límites que puedan proyectar mi posición coherente frente al mundo. Por este motivo es importante tomar decisiones, decisiones radicales. Quizá uno de los fallos de la izquierda ha sido la apertura de los límites. A veces es fácil confundir la toma de decisiones radicales con una actitud de derechas - por la rigidez y la proximidad a una postura más conservadora. Pero si no tomamos estas decisiones radicales, teniendo consciencia de las diferentes partes que la constituyen, estamos mucho más cerca de satisfacer a la derecha, satisfacer las estrategias del capitalismo neoliberal.

En el discurso capitalista neoliberal las diferencias son abolidas a favor de una igualdad ficticia. También en este discurso somos libres - tenemos la libertad de comprar lo que querramos (para eso está el crédito) Y la fraternidad está dibujada, aunque con una atrofia que sólo es visible desde una distancia crítica, en el patriotismo y en la religión.

Hace falta mucho más que eso para ser libres. Hace falta tomar decisiones, estar conscientes de las cosas que pasan, de los colectivos a los que pertenecemos, de los cambios necesarios. No se trata de 'preferir no hacerlo'.

Una de las cosas que más me llamó la atención en la protesta contra la Prop 8 (ilegalización de matrimonios entre el mismo sexo) fue que hubiera tantos participantes religiosos. Para muchos aquello sería un éxito, un paso adelante, pero yo no lo veo así. Muchas de las pancartas clamaban una separación entre la religión y el estado (también se debería protestar contra el matrimonio del estado con las empresas privadas, pero bueno, es otro tema, aunque está vinculado al asunto de la libertad) Supongo que por un lado, el hecho de tener a religiosos que estuvieran de acuerdo con la protesta daba una esperanza de cambio, pero lo cierto es que esos religiosos, sea cual sea la iglesia a la que pertenecen, no están en contra de su religión. Y, hasta donde tengo entendido, todas las ramas de la religión cristiana - que son básicamente la mayoría en EUA - no aprueban la unión entre dos personas del mismo sexo. Con lo que la contradicción de pertenecer a una religión que desaprueba el motivo por el cual estás protestando lo encuentro inabordable.

Cómo se puede hablar de 'nuevos derechos civiles' bajo este clima? Además, acaso hablar de nuevos derechos civiles implica que ya se han resuelto problemas civiles anteriores? El hecho de que ahora haya un presidente negro deja claro que el problema racial entre negros y blancos en Estados Unidos ya es historia? No lo creo (mi comentario es el número 26) Creo que para establecer una lucha por 'nuevos' derechos civiles una de las primeras acciones sería aclarar las contradicciones. Y aclarar estas contradicciones supone un mejor entendimiento de la libertad.

Posiblemente, para algunos, la capacidad de ser un buen cristiano, un buen patriota, que está en contra del aborto, pero a favor de la unión de parejas del mismo sexo, en contra de la ocupación de Irak, pero a favor de que la Seguridad Nacional los proteja contra el terrosimo internacional, en contra de las políticas económicas que han conducido a la crisis económica actual, pero a favor de tener la libertad de comprar lo que quieran, es una característica maravillosa de pertenecer al país de la libertad. Pero esto no tiene nada que ver con la libertad! Es un conglomerado de asuntos sobre los cuales el individuo no tiene ningún poder.

El simulacro de la libertad es peligroso porque permite que haya contradicciones para evitar confrontaciones, permite que haya consensos tácitos e incluso meta-consensos sobre cómo deben ser las cosas sobre las cuales ni están (estamos) enterados.

Sé que esta publicación no está 100% clara. Aún estoy trabajando sobre estas ideas con Oliver. Pensándolas y dándoles forma. Los c
onceptos clave siguen siendo la legitimación, apropiación y el simulacro. El discurso. La libertad simulada. El posicionamiento, la toma de decisión.

Todavía falta desarrollar tema y estar aquí y poder distanciarnos de la vida 'americana' nos da la posibilidad de poder criticarlo, anotarlo, entenderlo. También nos entristece y nos frustra. Es difícil estar aquí. Aunque a veces la fascinación impere, pero esa misma fascinación se convierte fácilmente en miserabilidad. Hace un par de día estaba viendo las fotos de un amigo (o mas bien del amigo de un a
migo) en flickr y pensaba con mucha nostalgia en la idea de Europa. Pero es un idea y es bueno tener en mente el hecho de que es una idea - aunque no sea sólo una idea. Comparando sus fotos con las mías - salvando por supuesto las distancias, él es un buen fotógrafo y está haciendo fotografía artística - pensaba en la imposibilidad de obtener los mismo objetivos. Y ya no me refería al paisaje urbano, al tejido de la ciudad, sus personajes, sus flujos, las historias latentes, no, me refería a los objetos. Los objetos que se había encontrado en la calle y con lo que había decorado su casa. Pensando que aquí eso es casi impensable (ahora mismo se ha puesto a nevar - aguanieve)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

"referirnos a una mayoría abstracta es difícil, pues nos vemos obligados a obviar matices y diferencias"

At what point do arguments require the obviation of difference? Put another way, how much must a thing be like itself in order to be understood (forgetting of course that one cannot compare a thing with itself)?

je suis d'ailleurs dijo...

supongo que se trata de ser lo más explícitos posible. de hacer el esfuerzo por diferencia, por referirise a las cosas por sus propios nombres o, por lo menos, por una serie de características que identifiquen al colectivo como tal. es muy fácil hablar de los estadounidenses como pueblo que simboliza una serie de factores negativos, pero me gustaría intentar no caer en cliches ni estereotipos. aunque, claro, en una sociedad tan estereotipada como esta no es tan fácil... lo que encuentro difícil es criticar a los estadounidenses cuando la mayoría de libros que leo (teoría, sobre todo) son de estadounidenses. quizá la solución está en 'consumir' otros relatos... no sé